“No hay restricción por ractopamina”, insistió el titular de la institución, José Carlos Martin.
Sin embargo, los servicios sanitarios de Paraguay y Rusia mantuvieron una reunión ayer mediante una videoconferencia, donde se acordó que Paraguay informe sobre los muestreos que realiza en los establecimientos ganaderos, confirmó Martin.
El director de Calidad e Inocuidad de Senacsa, Enrique González, explicó que la institución realiza muestreos pero en animales vivos para detectar por un lado los antibióticos y por el otro las hormonas que pudieran estar utilizando los ganaderos.
En tanto que los dueños de frigoríficos por su parte pagan otros estudios más específicos para seguir con los análisis de sus productos, ya que la violación de alguna disposición podría desencadenar incluso en su clausura.
Para los empresarios, Rusia representa un mercado complicado por sus medidas tan exigentes y poco claras. El gerente de la Cámara Paraguaya de Carnes, Daniel Burt, dijo al respecto que se está tratando de depender menos de ese país.
Restricciones. De las 17 plantas frigoríficas habilitadas para exportar a Rusia, siete tienen restricción temporal por la presencia de tetraciclina, un antibiótico que si bien está permitido su uso en los animales, sus residuos en el producto final, que es la carne, tienen tolerancia cero en el segundo importador de carne paraguaya.
Pero como actualmente los puertos están congelados por el invierno ruso, es casi imposible enviar productos a ese destino por al menos 60 días, que Paraguay aprovechará para gestionar el levantamiento de la medida para las empresas que faenan los animales, agregó el titular del servicio sanitario.
Exportación. Entre enero y noviembre se exportaron 224.403 toneladas de carne, donde Rusia tiene una participación del 28%. El servicio veterinario ruso Rosselkhoznadzor pidió a Paraguay la contestación de seis preguntas relacionadas a los muestreos que realiza en los animales vacunos.
Promueve el crecimiento del animal
La ractopamina clorhidrato es un medicamento utilizado para acelerar el crecimiento de animales, especialmente vacunos y cerdos.
Su utilización causó un gran debate entre los grandes productores pecuarios que forman parte de la Organización Mundial del Comercio.
Si bien la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) había aprobado su uso al no comprobarse hasta el momento sus efectos adversos en los humanos, está prohibido en unos 150 países, entre ellos China, Rusia, Paraguay, además de los que conforman la Unión Europea.
Desde Senacsa advierten fuertes sanciones en caso de detectarse este fármaco en los animales.