El considerado uno de los más peligrosos asaltantes del país, afirmó que ya se comunicó con un representante legal para que interceda ante el ministro Arnaldo Giuzzio para conseguir las garantías que pide. “Tengo miedo de presentarme y que me torturen. Mi abogado que hable (con Giuzzio) y me dé todas las garantías. Yo me voy a someter a la Justicia, porque no tengo nada que esconder. Estoy cansado de esta persecución. Solamente mi nombre suena en todos los medios”, manisfestó el hombre desde algún punto del país, en una comunicación telefónica con Ñandutí 1020 AM.
Habló de corrupción dentro de la Policía, al tiempo de que se quiere entregar si tiene las garantías para hacerlo.
Sobre su polémico escape, que se dio en la madrugada del pasado martes, aseguró que fue por el hueco que quedó en el barrote del calabozo, por donde pudo caber, a pesar de su corpulencia. “Esa abertura, esa reja, ya estaba cortada –aseguró–; cuando yo estuve cinco días ahí con otra gente que estaba conmigo vino la información de Tacumbú de que esa reja ya estaba cortada. Entonces se miró y se encontró que verdaderamente estaba cortada. Ninguno de los policías que estaban de turno estuvo involucrado en eso”, expresó, tratando de desmarcar del caso a los uniformados.
Sin embargo, para el Ministerio Público, la actuación de los treinta agentes que trabajan en la sede, ubicada en San Lorenzo está bajo la lupa, ante la sospecha de que habrían facilitado su fuga.
CORRUPCIÓN. Por una parte, el hombre intentó defender a los funcionarios, pero en otro momento de la charla habló de corrupción en filas policiales.
Según afirmó, tuvo que usar documentos de contenido falso, porque cuando la Policía lo encontraba con su verdadera identidad, debía de pagar una coima de G. 3 millones para “colaborar” con los agentes, según denunció.
Roque sostuvo que quiere aclarar su situación con la Justicia, porque ya quiere cambiar de vida y está arrepentido de lo que hizo en el pasado. “Estoy arrepentido de lo que hice. Muchas veces, uno no mide las consecuencias y al estar mucho tiempo en la cárcel muchas cosas replanteás, y cuando tenés familia que ya son grandes, ya cambiás. Yo ya cambié, tengo mis hijos que están todos grandes, son estudiantes, soy abuelo de tres nietos y quiero vivir tranquilo”, sostuvo.
Lejos del mote de peligroso que le da la Policía, Roque se define como una persona tranquila, que nunca usó armas y que no roba a los pobres. “Nunca usé armas, nunca le perjudiqué a nadie, no les robo a los pobres, eso quiero aclarar. En algunos medios de prensa dicen que soy el más peligroso delincuente y no es así. Nunca puse resistencia, nunca tuve enfrentamiento con la Policía, nunca le maté ni le herí a nadie”, afirmó convencido.