15 feb. 2025

Río está en alerta máxima tras ataques que dejan 18 muertos

A solo tres días de la multitudinaria fiesta de fin de año en las playas cariocas, a la que asisten millones de personas, doce ataques coordinados hicieron saltar las alarmas en la ciudad.

EFE-REUTERS
Río de Janeiro
Una serie de ataques a autobuses y puestos de policía, atribuida a narcotraficantes y que dejó al menos 18 muertos, puso en alerta máxima a las autoridades de Río de Janeiro.
Los incidentes se produjeron apenas tres días antes de la fiesta de fin de año (“Réveillon”) que puede reunir a dos millones de personas en la playa de Copacabana.
Un total de doce ataques coordinados a autobuses y policías en la madrugada del jueves dejaron 18 muertos, entre ellos nueve civiles, dos policías y siete presuntos delincuentes, y 22 heridos, entre ellos 8 policías y 14 civiles, según un balance de la secretaría regional de Seguridad Pública.
En el hecho más grave, siete pasajeros de un autobús murieron carbonizados luego de que una banda de pistoleros los asaltara y le prendiera fuego al vehículo, que se dirigía hacia el estado de São Paulo con 28 ocupantes.

SIETE ATACANTES ABATIDOS. En la reacción, la Policía dio muerte a siete de los atacantes, arrestó a tres supuestos autores del ataque al autobús y ocupó doce favelas.
Las autoridades se contradijeron al explicar los ataques, ya que para algunas fue una reacción de los narcotraficantes a la expansión de los grupos paramilitares que los vienen combatiendo en las favelas, y para otras una ofensiva contra el Estado por la represión al tráfico de drogas y el posible endurecimiento del régimen disciplinario en las prisiones.

TURISTAS. Los hechos ocurrieron apenas un día después de que el gobierno regional de Río de Janeiro anunciara las medidas especiales que puso en marcha para garantizar la seguridad de los miles de turistas que han comenzado a llegar a la ciudad para la fiesta de “Réveillon”, como se conoce en Brasil la despedida del año.
Las autoridades calculan que al menos dos millones de personas, entre ellos unos 593.000 turistas extranjeros y brasileños, asistirán a la fiesta en la playa de Copacabana, que este año será animada por una quema de fuegos artificiales que durará 16 minutos.
En la vecina playa de Ipanema al menos otro medio millón de personas asistirá a una fiesta animada por la banda estadounidense Black Eyed Peas.

SEGURIDAD REFORZADA. El alcalde de Río de Janeiro, César Maia, se apresuró a asegurar que la presencia policial será reforzada para el “Réveillon” y que los ataques de este jueves no deben preocupar a los turistas.
Los ataques de este jueves en Río de Janeiro son similares a los perpetrados en mayo pasado en São Paulo por grupos criminales que protestaron por el traslado de sus líderes a cárceles de seguridad máxima. La ofensiva criminal en São Paulo contra autobuses, bancos y puestos policiales dejó entonces 133 víctimas.

Reacción a las medidas contra los narcos
El secretario de Seguridad Pública de Río de Janeiro, Roberto Precioso, dijo que la ofensiva de ayer fue ordenada desde las prisiones por los jefes de las bandas de narcotraficantes y en una reacción a las acciones de la Policía contra el tráfico de drogas y a la posibilidad de que sea adoptado un nuevo y más severo régimen disciplinario en las prisiones.
Por su parte, el secretario de Administración Penitenciaria, Asterio Pereira, afirmó que la ofensiva fue una reacción del narcotráfico al surgimiento y la expansión de grupos paramilitares, que ya han despojado a los vendedores de drogas de unas 80 favelas.
Tales grupos, conocidos como milicias, supuestamente son integrados por policías y se han propuesto acabar con el poder de los narcotraficantes en las favelas.