24 abr. 2024

Riesgos en favelas de capital se agudizan por la crisis climática

Karina Godoy

Las concurridas arterias del populoso barrio Chacarita vuelven a su ritmo habitual en una mañana de cielo despejado, tras semanas de diluvio que dejó a su paso destrozos viales, deslaves y víctimas fatales en esta relegada zona de Asunción. Los caminantes, algunos aún aletargados, esquivan como pueden a motocicletas y camionetas en los angostos e intrincados trayectos.

“Llegó la vitamina”, anuncia enérgico un vendedor cargado de coloridos jugos en bicicleta sobre la calle Florencio Villamayor. Enfrente, una joven pareja sube a una moto con dos packs de cervezas en el bolso como provisión. Ya están listos para el fin de semana. Un poco más adelante, por esta misma calle en la intersección con México, don Cesar Ávila (56) avanza con dificultad sobre una larga y destruida pasarela de madera, con las puntas de clavos al descubierto. Con la ayuda de sus amigos transporta colchones y otros mobiliarios de su hogar que junto con su familia dejarán luego de varias décadas de vivir en lo profundo del barranco. “Salvé a mi familia, con eso ya me conformo”, expresa en tono de nostalgia a medida que camina. Sobre su vivienda también hubo desmoronamientos el domingo pasado. A diferencia de sus vecinos que fallecieron, una mujer y sus dos nietos que quedaron enterrados tras el alud, don César logró salir ileso junto con su señora e hijos. “Apenas escuché el ruido les desperté a todos. Nos fuimos a refugiamos en la casa de otra vecina de enfrente. Tardaba unos minutos más y no estaría aquí”. Con lo ocurrido, considera que esta vez ya no está dispuesto a permanecer bajo el peligro que se intensifica con cada lluvia. Don César es fotógrafo, actualmente sin empleo fijo tras ser despedido del estudio donde trabajaba. “Me dijeron que es por la crisis de la pandemia”. Creció toda su vida en la Chacarita. Su casa, comenta, la compraron sus padres oriundos de Caazapá. “Primero vivíamos en zonas inundables y en el año 1981, aproximadamente, compraron el sitio en la zona alta pero ahora cada vez más es un terreno peligroso. Veremos dónde viviremos pero a esta zona no creo que volvamos con todo lo que ya pasó”, lamenta. Por el momento serán reubicados en el predio de Ferrocarriles del Paraguay (Fepasa), junto con otras 62 familias, 60 que fueron instaladas temporalmente en el sitio por obras en zonas de cauces y dos por la emergencia ante el derrumbe de tierra. En alerta Doña Bruna González (65) es también antigua pobladora en la zona del precipicio. Al lugar llegó hace más de 40 años. La vivienda la compró, recuerda, en su época de soltera cuando empezó a trabajar en Corposana, hoy Essap, donde se desempeñaba como limpiadora. “Mis padres vinieron del interior y nuestra casa estaba en zona de la arenera. Con cada inundación del río teníamos que mudarnos, por eso cuando empecé a trabajar compré a cuota para mi casa ya antes de casarme”. En ese entonces, al menos, comenta que el área del barranco era más seguro. “Acá nunca se inundó porque ya es la zona alta, pero ahora la preocupación es el derrumbe. También se suma la cantidad de basura que tiran desde arriba”. Aún se muestra consternada por la muerte de sus vecinos y los apuros en que se vieron, su marido e hijos, en la madrugada del diluvio cuando veían el alud, sobre las casas cercanas, y no podían evacuar el lugar por el intenso raudal. El único camino que existe es la pasarela de madera deteriorada sobre un cauce colmatado de residuos sólidos. ”Nos salvamos de milagro”. Deja caer algunas lágrimas al expresar que aunque es feliz en su casa, repleta de plantas que se encargó de cultivar, es consciente de que debe dejar por la alerta constante en que viven. “Mientras esperamos que hagan las obras de mejoramiento, que no sabemos si van a terminar o llegar hasta aquí, los desmoronamientos no van a parar porque cada vez las lluvias son más grandes”. Proyecto Luego de un largo proceso se encuentra en ejecución el proyecto Chacarita Alta, que busca el mejoramiento del área con obras como desagües pluviales, muro de contención en zona de arroyos, mitigación de riesgos y otros. El proyecto general tiene una inversión de USD 14.000.000, financiados con crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Desde el Ministerio de Urbanismo, Vivienda y Hábitat (MUVH) el arquitecto Gustavo Glavinich, director general del proyecto, indicó que actualmente realizan limpieza de cauces para construcción de muros de gaviones con un avance de 30%. De acuerdo con el programa, los trabajos de mejoramiento deben terminar para finales del 2022. Historia Los rastros de ocupación del histórico barrio oculto bajo los elevados edificios ya aparecen en los primeros mapas de Asunción de finales del siglo XVIII, menciona la arquitecta Mabel Causarano. “Muchos atribuyen a que eran parte de las comunidades payaguá que cruzaban el río y terminaban asentándose allí en la zona alta”. Sobre el nombre Chacarita, que se discute si sería por “Chacra”, Causarano consideró que el particular suelo no sería apto para la actividad, por lo que no existe certeza. Varios de los asentamientos actuales se dieron en zonas inhóspitas. Al respecto, afirmó que esta falta de ordenamiento territorial, de establecer límites, no se aplicó en Asunción en general. “La previsión no es parte de nuestro modo de ser, siempre se actúa cuando se desata la crisis”. Pero a nivel general, para la arquitecta es importante la conservación y mejoramiento de servicios del barrio. “La ocupación no se da por manzanas, sino que se instala de acuerdo a las condiciones del suelo y se van aprovechando los desniveles cuya singularidad es importante conservar dando las condiciones de seguridad y accesibilidad”.


Límites. Falta de ordenamiento territorial intensificó vulnerabilidad en Ricardo Brugada.

Proyecto. Obra de mejoramiento en Chacarita Alta estiman que culminaría en el 2022.

al borde del precipicio

Al borde del precipicio

desarraigo. Varias familias de zona del barranco señalan estar dispuestas a mudanza definitiva.

Conservación. Seguridad y accesibilidad consideran claves para oculto barrio histórico.

LAS CIFRAS

1.000
Familias, aproximadamente, serían las beneficiadas con proyecto de mejoramiento de Chacarita Alta.

19
Casas censadas son las que se encuentran en situación de vulnerabilidad por el deslave en barranco.

2
Familias, aproximadamente, fueron las reubicadas del total de hogares censados en área del precipicio.

Esta vez ya estoy dispuesta a ir de aquí, aunque este sea el lugar donde viví toda mi vida, porque los desmoronamientos son más seguidos.
Bruna González,
Pobladora de Chacarita, calle México.

La mayoría de los vecinos ya crecimos aquí. Primero vivíamos en zonas inundables y luego mis padres compraron terreno en zona alta.
Cesar Ávila,
poblador de Chacarita, calle México.

Los rastros de ocupación, en la zona alta, ya aparecen en los primeros mapas de Asunción de finales del siglo XVIII.
Mabel Causarano,
arquitecta.


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