Considera que hay toneladas de pruebas, y hasta se declaró demócrata, dejando en la vereda de enfrente a los que opinan lo contrario.
Habló de una letanía del problema de la tierra, y cuestionó la alianza estratégica de una mayoría de senadores para no tratar los pedidos de pérdida de investidura.
“Las pruebas son abrumadores, pero entiendo que la estrategia es dilatar, enfriar, patear para adelante”, dijo.
Alegó que no podía ser ingrato y negar que cuando asumió el cargo tenía una buena relación con su colega Javier Zacarías Irún.
Este último también figura en la lista de pedidos de pérdida de investidura, promovidos por Patria Querida.
Sostuvo que ni Zacarías ni Friedmann tienen derecho a utilizar recursos públicos.
“Se vende la idea de que estamos todos contra todos. Vamos a correr la cortina. ¿Hay o no hay pruebas? Porque si tienen 24 votos, se levanta la mano y se blanquea a los tres”, manifestó el colorado.
Mandó al frente a los luguistas por impulsar un modelo fracasado que castiga el esfuerzo y cobra impuestos a los que se rompen el lomo. “La igualdad no es practicable”, sentenció.