Mario Roberto Segovia, un interno que guarda reclusión en una penitenciaría de Argentina, más conocido por el mote del rey de la efedrina, está sindicado de liderar una banda dedicada al tráfico de drogas, armas y explosivos, cuyas compras eran realizadas hackeando el email del Gobierno de Formosa. Las armas y artefactos explosivos eran adquiridos de Canadá o Medio Oriente, donde enviaban por encomienda, vía Paraguay, informó en su portal el medio argentino Clarín.
La investigación fue iniciada por las autoridades argentinas en el 2016, cuando un cargamento de explosivos fue detectado y retenido en el aeropuerto Silvio Pettirossi.
Se trata de un kit para armar al menos una bomba casera, con instructivos canadienses, para hacer atentados al estilo de las cartas bomba. Una de las hipótesis de la investigación menciona que el explosivo debía ser utilizado en un atentado contra un poderoso.
A Mario Segovia, la Justicia Federal lo venía escuchando desde el 12 de setiembre de 2016, cuando “en el Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi, ubicado en la ciudad de Luque, República del Paraguay, se había secuestrado un paquete remitido por encomienda, proveniente de Canadá, que previamente había pasado por el aeropuerto internacional Ministro Pistarini de Ezeiza, que contenía dispositivos para la fabricación de explosivos”, recuerda el dictamen en el que los fiscales Sergio Mola y Diego Iglesias piden los allanamientos y detenciones realizados ayer martes 13 de julio. En los operativos fueron detenidos Hernán Jesús Segovia y Matías Agustín Segovia, hermano e hijo, respectivamente, de Mario.
“Se ha verificado que fue mediante las casillas de correo electrónico oficial del Gobierno de la Provincia de Formosa (...) vía web mail que se adquirieron estos artefactos explosivos”, indica parte del informe investigativo.