Con un ramo mojado en las manos, Inchausti comenta que se bendice todo, menos esos artículos que son utilizados por esotéricos para tergiversar el oficio de la fe. “Por eso les pedimos que quiten los objetos de las bolsas y que nos muestren lo que quieren bendecir”.
En un ránking rápido de objetos más bendecidos en el Santuario ocupa el primer puesto el agua, le siguen las velas, los santos y las llaves de autos. El diácono Coronel resalta que hay peregrinos que aprovechan el novenario para bendecir objetos santos y a ellos mismos. “Hay jóvenes que piden por su familia o para casarse pronto. Todos quieren algo diferente”.