Por Raúl Cortese
ENCARNACIÓN
Responsables del cementerio de la ciudad de Encarnación, en el Departamento de Itapúa, informaron sobre la recuperación de objetos robados en el lugar.
Según explicó el encargado del cementerio municipal, se vieron en la necesidad de exhibir los elementos que los ladrones intentan llevarse consigo y que abandonan al ser descubiertos por la seguridad del camposanto.
Son elementos decorativos de las tumbas y panteones que se encuentran en el interior del cementerio de la ciudad de Encarnación, en donde prácticamente ya no queda más lugar para continuar sepultando a los difuntos.
Los elementos recuperados son aquellos que los ladrones intentan llevar para luego comercializarlos. “Roban y cargan en bolsas que dejan para venir a buscar en horas de la noche, estas bolsas son halladas por los funcionarios de seguridad del cementerio y las colocamos en el ingreso del predio para que allí sus propietarios puedan recuperar lo que les robaron”, consignó Mariano Duarte, encargado del camposanto local.
Allí se encuentran placas, cruces de diferentes tamaños, floreros y todo tipo de elementos decorativos que fueron sustraídos.
Sin lugar. La Entidad Binacional Yacyretá (EBY) ya adquirió el terreno para el nuevo cementerio de la ciudad, teniendo en cuenta que el actual prácticamente no cuenta con espacio físico para recibir más difuntos y se encuentra a punto de colapsar.
Hasta el momento, la sociedad acude a los cementerios privados si es que están en condiciones económicas de absorber sus costos. “Tomamos lugares de aquellas personas cuyo arrendamiento se encuentra atrasado por años, prácticamente no hay más lugares. En algunos casos fueron ocupados panteones de otros familiares amigos, que les permiten por un tiempo tener allí a sus difuntos”, explicó también Duarte.
Hasta el momento el inicio de la construcción del nuevo cementerio no se concretó.
El predio se encuentra en el barrio San Isidro de la ciudad de Encarnación.
Duarte reconoció los malos momentos que muchas veces deben soportar cuando llegan de manera desesperada las personas solicitando un lugar para algún familiar fallecido y que ya no hay prácticamente.