Con 18 años, y convencido de que un país con menor desigualdad social es posible, este estudiante secundario, de la comuna de La Pintana (un barrio periférico de Santiago), perdió la visión total en su ojo izquierdo hace tres semanas.
Engrosa el listado de heridos con perdigones lanzados por las fuerzas policiales en las manifestaciones sociales que estallaron en Chile hace cuatro semanas.
La cifra de lesionados oculares de la actual crisis chilena, hasta ahora uno de los más estables de la región, supera el número de casos en Francia durante la crisis de los chalecos amarillos, las protestas en Hong Kong y el conflicto israelí-palestino, según denuncias del Colegio Médico de Chile y agrupaciones de derechos humanos.
El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) cifró en 197 las personas con daño ocular, “especialmente por disparo de escopetas de perdigones, pero también con otras armas, como lanzamiento de bombas lacrimógenas”. AFP