Manifestaciones permanentes se observan desde hace varios días en el tramo que conduce a la propiedad municipal donde ya funciona la disposición final de los residuos sólidos recolocados en la ciudad.
El principal reclamo radica en las condiciones extremas de salubridad a las que serán expuestas las personas que viven en los alrededores. “La familia más cercana se encuentra a 200 metros de este lugar”, aseveró Alba Bogado, una de las que llevan adelante la medida de fuerza y cuya principal meta es la clausura o mudanza del proyecto.
Asegura que existen anomalías técnicas contundentes para que el Ministerio del Ambiente revea la resolución de habilitación.
En los últimos días de diciembre llegó al lugar un grupo de funcionarios del Mades para recabar datos acerca de los puntos técnicos cuestionados por el grupo organizado de vecinos.
Manuel Ramoa, director regional del Ministerio del Ambiente, aclaró que el informe sobre las supuestas irregularidades será remitido a la central, donde luego de un proceso de análisis se determinarán las medidas correctivas a tomar.
Por otro lado, el intendente municipal José Ríos sostuvo que el proyecto ya no tiene retroceso y menos vueltas que dar ante la necesidad urgente de contar con un relleno sanitario para la disposición final de residuos sólidos de la ciudad. Aseguró que en un tiempo de 12 meses se cumplió con todos los requisitos exigidos por las instituciones encargadas velar por el medioambiente. “Tenemos la licencia habilitada. Todo está en orden y hace un mes que allí trasladamos la basura de la ciudad”, manifestó Ríos.