La audiencia se realizó en forma mixta, con los integrantes del Tribunal Oral N° 2 y los testigos en la sala y el resto de los participantes a través de la plataforma Zoom, para evitar la reunión de muchas personas en momentos de alta circulación del coronavirus en la Argentina.
La líder peronista, procesada en varias causas por presuntos delitos durante su mandato como presidenta (2007-2015), no participó en la audiencia.
El juicio, el primero que se abrió en su contra, comenzó en mayo del año pasado, pocos días después de que la política anunciara su candidatura electoral.
ASOCIACIÓN ILÍCITA. Fernández es acusada, junto a otros imputados, de encabezar una asociación ilícita y de fraude en la concesión de obras, por supuestamente direccionar contratos a un amigo de la familia Kirchner, el constructor Lázaro Báez, ya detenido desde 2016, para “apoderarse ilegítimamente” de millonarios fondos mediante licitaciones irregulares.
En el caso se investigan presuntas irregularidades en la concesión de 52 obras públicas que recibieron las firmas de Báez en los gobiernos de Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández.
La dirigente peronista se sentó en diciembre en el banquillo, pocos días antes de asumir la vicepresidencia del Gobierno de Alberto Fernández, y aseveró que es víctima de una persecución judicial que inició la administración del anterior mandatario Mauricio Macri (2015-2019).
Al declarar entonces frente al tribunal, Fernández denunció una “lawfare” (una guerra judicial) en su contra y se negó a responder preguntas de los jueces. La causa, que se originó en una denuncia del 2008, cobró impulso con la denuncia en 2016 del ex director de Vialidad Nacional, Javier Iguacel, quien días atrás fue procesado en otra causa por presunta administración fraudulenta.
Deuda argentina vive horas claves
Las complejas negociaciones de Argentina con acreedores privados para reestructurar bonos de ley extranjera por 66.238 millones de dólares atravesaron ayer horas decisivas, mientras los mercados apuran la compra de activos argentinos, optimistas ante un acuerdo. El plazo para que los acreedores adhieran a la oferta de canje con mejoras formalizada hace un mes por Argentina vencerá hoy, pero, en caso de no lograr el nivel de adhesión necesario, el Gobierno de Alberto Fernández extendería el plazo para proseguir las negociaciones. Aunque los rumores en la prensa local sobre la marcha del proceso no fueron muy positivos el último fin de semana, ayer comenzaron a circular versiones sobre una posibilidad de llegar a un acuerdo, lo que rápidamente impulsó la cotización de los activos argentinos. EFE