19 abr. 2024

Reafirmando el compromiso con la sostenibilidad

Luego de dos años de pandemia, de experimentar congresos en formato virtual y ya en la pospandemia sanitaria, nos hemos reencontrado con la presencialidad en el XIII Congreso de Responsabilidad Social y Sostenibilidad de la ADEC (Asociación de Empresarios Cristianos), organización destacada en la promoción y difusión de la Responsabilidad Social Corporativa, proponiendo al sector empresarial un modelo de gestión que agregue valor económico, social, cultural y ambiental. Este modelo de gestión significa un cambio de enfoque en la misma estrategia de la compañía, con una visión amplia y de largo plazo, buscando impactar positivamente en las personas, en las comunidades, en el ambiente; y poniendo a las personas en el centro de actuación de las mismas.

La ADEC, con 41 años de vida institucional, llevó adelante esta versión del Congreso con enfoque en dos ejes temáticos claves en la pospandemia, que son: 1) El factor empleo y los impactos de las restricciones sanitarias y las innovaciones para la prestación de servicios; y 2) El cambio climático en la consideración de las empresas.

En relación al primer eje, se abordaron los desafíos y conquistas en materia de empleo, la alternativa exitosa del home ofice, los procesos de entrega puerta a puerta, las innovaciones en materia de soluciones digitales, etc. En tanto que, también, se han identificado los impactos negativos de las restricciones sanitarias (encierros), las consecuencias del Covid, las pérdidas humanas, las secuelas en la salud y, por sobre todo, las consecuencias en la salud mental de las personas. Puntualmente y de manera crítica, se ha demostrado que las afectaciones en la salud mental de las personas afectan el rendimiento y la productividad de las mismas en el trabajo, que se manifiestan como ansiedad, estrés, agotamiento, violencia, intolerancia, ira, tristeza, miedo, entre otras. Las organizaciones deben ocuparse de la salud mental de sus colaboradores, reconociendo esto como una amenaza silenciosa, que debe abordarse paras evitar consecuencias irremediables en las personas, en las familias y en las organizaciones

Como segundo eje, un aspecto que escuchamos hablar en los últimos años, pero que las empresas todavía lo consideran como algo lejano, como si no afectara en el corto plazo, es el cambio climático y sus consecuencias. Expertos en la materia han desarrollado sus ponencias al respecto y han dado ejemplos claros sobre el impacto del cambio climático en la economía y en los negocios. Sus efectos incrementan los riesgos, elevan los costos, afectan la predicibilidad y amenazan la continuidad empresarial. Por tanto, hoy se convierte en una asignatura impostergable en el abordaje corporativo, siendo un importante riesgo que debe ser atendido, con medidas de mitigación y con plan de adaptación a las mutaciones ambientales que ya son una realidad.

El éxito de esta nueva edición del congreso de la ADEC se debió especialmente a la pertinencia y actualidad de los temas abordados, la calidad de las ponencias y el gran interés que han demostrado los participantes. Ha sido nuevamente una excelente oportunidad para capitalizar conocimientos, compartir experiencias innovadoras, buenas prácticas, ejemplos de impactos, con los que se ha generado una sinergia positiva y enriquecedora para las empresas para apuntar hacia el desarrollo sostenible.

Esperamos que las empresas y organizaciones se sensibilicen con estos dos temas claves y actúen en consecuencia, tanto por convicción o conveniencia, conscientes de la responsabilidad que al sector privado le toca, para con el desarrollo sostenible y el bienestar de las personas.

En nuestro ámbito local, en la actualidad se sienten aires de cambio positivo en el sector empresarial, pero aún es incipiente. Aquellas organizaciones que han implementado modelos de gestión que agregan valor social, empiezan a experimentar ventajas y caminan firmes hacia la sostenibilidad.

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