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MADRID - ESPAÑA
El socialista Pedro Sánchez asumió ayer como jefe del Gobierno español, luego de que el conservador Mariano Rajoy no logró superar una moción de censura en el Congreso promovida después de que la justicia condenara al Partido Popular (PP) de Rajoy en un sonado caso de corrupción.
Los diputados que apoyaron la moción ovacionaron en pie a este político proeuropeo de 46 años, que carece de experiencia gubernamental previa y que se convertirá en el séptimo presidente desde el regreso de España a la democracia a fines de los años 70.
La salida de Rajoy tras seis años en el cargo podría abrir un periodo de incertidumbre política en la cuarta mayor economía de la zona euro, justo cuando la tercera –Italia– se libró de unas elecciones anticipadas con la formación de un gobierno de coalición entre 2 partidos antisistema.
“Soy consciente de la responsabilidad que asumo y del momento político tan complejo que vive nuestro país. Voy a abordar todos los desafíos que tiene nuestro país con humildad, mucha capacidad de trabajo, entrega y, sobre todo, con mucha determinación”, dijo Sánchez a los periodistas.
El líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) llegó a la presidencia del Gobierno a pesar de contar solo con 84 de los 350 diputados del Congreso, gracias al apoyo de la formación izquierdista Podemos y pequeños partidos nacionalistas. Según afirmó, su intención es gobernar hasta que finalice el mandato, a mediados de 2020.
No obstante, su mayoría –la más baja de un gobierno español desde el retorno de la democracia tras la muerte del dictador Francisco Franco en 1975– sembró dudas sobre la duración que podría tener su administración.
“Ha sido un honor dejar una España mejor de la que encontré", dijo Rajoy tras la votación que dio la investidura al socialista Pedro Sánchez.
Rajoy quiso ser el primero en felicitar a su inminente sucesor y subrayó que acepta como demócrata el resultado de la moción de censura, aunque no comparta lo que se ha hecho.