Querey admitió que tiene miedo de la Justicia y de las instituciones públicas paraguayas, porque se amedrenta a quienes reclaman que las tierras malhabidas sean devueltas al Estado.
“Claro que sí tengo miedo de nuestra Justicia y de nuestras instituciones débiles. Cuando se desaloja a campesinos que están diez años asentados en una tierra, o a indígenas a cientos de años, el argumento del Ministerio Público es persistencia del hecho antijurídico. La pregunta es la siguiente, Sandra Quiñónez, fiscala general del Estado, ¿qué espera para desalojar a la gente que tiene tierras malhabidas, pues hay persistencia del hecho antijurídico?”, se preguntó el legislador.
Tras sus palabras, el senador del FG señaló que los parlamentarios deben ser claros, afirmando que en el Congreso existe representación política, brazos políticos de grupos fácticos que presionan a los parlamentarios cuando buscan debatir sobre las tierras otorgadas ilegalmente.
Igualmente, Querey expresó que espera que sus colegas no se comporten como los diputados, quienes atentaron contra la democracia al sancionar a la liberal Celeste Amarilla por su opinión, recordando que la ley protege a un senador o diputado para que pueda expresar su pensamiento, sus análisis y sus sospechas.