Sobre el nuevo contrato de provisión del combustible para el 2020, dijo que ya están negociando y el objetivo es prolongar un año más. Precisó que están hablando con el vicepresidente de YPFB, que ahora está ejerciendo la presidencia de la empresa.
El empresario subrayó que en esta negociación están viendo la posibilidad de renovar el contrato con el mejor precio posible, en espera de que Bolivia supere la crisis por la cual está atravesando.
Indicó que el país es el que será beneficiado si logran conseguir gas más barato.
Sobre el consumo de GLP en el mercado nacional, refirió que es estable y está en alrededor de ocho millones de kilo por mes. “Nosotros estamos haciendo las negociaciones en forma tranquila”, recalcó.
También aclaró que la provisión del combustible para el país no sufre complicaciones debido a que la crisis se está produciendo más bien en la capital de Bolivia, La Paz.
“No nos afecta la provisión porque creo que el problema está arriba en La Paz y no abajo. Creo que estamos dentro de lo que se puede decir, tranquilos. Ojalá que no se traslade hacia abajo porque ahí sí podemos tener problemas con la provisión”, enfatizó.
Por su parte, el ingeniero Guillermo Parra, gerente del gremio de emblemas Dicapar, también coincidió en que la provisión de gas se normalizó luego de unos 15 días que tuvieron problemas por el conflicto político gubernamental interno de Bolivia.
Remarcó que también las empresas del gremio que importan gas ya están negociando un contrato con YPFB para el próximo año y que esperan cerrar para no tener que recurrir a la Argentina.
