La discusión de alto voltaje que se había dado en el Senado en torno a la licitación de máquinas electrónicas y el desbloqueo de listas, al final derivó en un vacío que hizo una mayoría a los ministros del Tribunal Superior de Justicia Electoral y al titular de Contrataciones Públicas.
En la furibunda sesión del jueves pasado se había decidido convocar a los mismos ante la mesa directiva, pero solo unos pocos senadores asistieron, a los que se sumaron contados diputados.
Los presentes se centraron en hacer una especie de catarsis y una serie de protestas en una audiencia pública.
Uno de los ausentes fue el abdista Juan Carlos Galaverna, quien había sugerido sumar a la lista de invitados a los asesores Carlos María Ljubetic y Luis Alberto Mauro, tras tildarles incluso de “fateros”.
Aparecieron el titular del TSJE, Jaime Bestard, junto con Alberto Ramírez Zambonini y María Elena Wapenka; y el titular de Contrataciones Públicas, Pablo Seitz.
Las consultas se centraron en torno a la polémica suspensión de la licitación y los efectos que podría tener en las próximas elecciones para la aplicación del desbloqueo.
Bestard defendió el proceso licitatorio, y advirtió que cualquier demora que pueda darse podría generar incumplimiento de la ley.
Además, acompañó el reclamo de los diferentes referentes del Senado de una mayor participación, dentro del marco del proceso, alegando que está previsto.
Por su parte, Seitz remarcó que con la suspensión se congela la licitación a las resultas de la investigación.
Anunció que la resolución estaría lista el próximo jueves, y se podrá continuar con el proceso, probablemente, a través de una adenda.
Hubo también críticas hacia las firmas que participaron de las ofertas, e incluso de que una de ellas ya estaba digitada como la ganadora.
Entre las más incisivas estuvieron la senadora Desirée Masi, y las diputadas Kattya González y Celeste Amarilla.
Estas dos últimas tirotearon sobre todo contra los ministros del TSJE, quienes respondían solo con una sonrisa.
Los colorados Lilian Samaniego, Enrique Bacchetta y Silvio Ovelar, todos simpatizantes del abdismo, cuestionaron el uso de urnas electrónicas.
Tras las consultas, Ljubetic aseguró que el hackeo a las máquinas era prácticamente imposible. Alegó que estas permiten un control dual en cuanto al resultado.
El director de Informática, Fausto Von Streber, hizo referencia a los diferentes tipos de máquinas que están a disposición, y las que eligieron son de tercera generación, que permiten hacer una auditoría de principio a fin.
Seitz negó la posible injerencia por parte del presidente Mario Abdo en la suspensión de la licitación, y que el jefe de Estado le dijo en una reunión que no se podía poner en riesgo el proceso electoral.
El técnico del TSJE, Olindo López, hizo referencia a los plazos en caso de que se suspenda la licitación, y sostuvo que se podría poner en riesgo el calendario electoral.
Como conclusión a su intervención, Bestard indicó que les asusta lo que piense el pueblo paraguayo, y reafirmó su compromiso de transparencia en el proceso.