La caja de tomate de 20 kilos en Argentina tiene un precio de G. 25.000, según el presidente de la Cámara Paraguaya de Frutihortícolas, César Velázquez.
Esto preocupa a los productores locales, quienes deben vender a G. 100.000 por caja en el Mercado de Abasto para tener un margen de ganancias satisfactorio, continuó.
El referente del gremio dijo que la producción local está en condiciones de responder a la demanda, por lo que la prohibición de importar debe mantenerse hasta fin de año.
Además, con esta medida, se tendrá un mayor control sobre los tomates de contrabando. En ese sentido, Velázquez dijo que están conformes con el trabajo que se viene haciendo en la frontera.
Solamente la semana pasada se incautó una carga de 30.000 kilos de tomate, provenientes de Brasil.
Pero la visión de la realidad desde el sector de los importadores es completamente diferente.
Édgar Pineda, referente del sector de importadores frutihortícolas, dijo que existe un déficit de 30% en la demanda, que puede ser cubierta con importación legal.
Los importadores “están decepcionados del Gobierno” porque no considera la realidad de que está escaseando el producto nacional y que los propios productores locales hacen pasar tomate extranjero como paraguayo para cumplir con la demanda, arremetió Pineda.
“Identificamos el tomate argentino por la apariencia y la calidad”, agregó.