Patricia C. Benítez
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“Estoy en contacto con artistas, productores y técnicos, evaluando hacia donde va a ir todo, y sobre todo, dilucidando hasta cuando. Desafortunadamente, tanto Brasil como Perú, están en una situación demasiado compleja, y en menor escala Chile, Uruguay y Argentina, y por supuesto nos va a afectar el que mientras no haya una disminución de la problemática, vamos a estar prácticamente estacionados”, comenta el productor musical Gelson Briceño.
El mismo indica que el sector de la producción artística avizora un default, y que conseguir recursos y público dispuesto a pagar por los eventos, se va a poner difícil. “Los eventos subsidiados son una fantasía que no debería seguir existiendo. Hay que aprovechar y trabajar más en crear la conciencia de que la cultura tiene un valor y no debe ser gratis el poder acceder a ella a nivel de presentación de espectáculos profesionales de calidad”, añade.
Folclore. La productora de eventos folclóricos, Marlene Sosa explica que el trabajo de producción nacional, en especial del rubro folclórico, ya venía sufriendo una crisis que se agravó con la pandemia. Muchos proyectos quedaron truncados e incluso algunos que se reprogramaron para los meses de setiembre u octubre ya fueron derivados directamente al 2021 pues el horizonte es incierto para este año, del cual quedan pocos meses para proyectar. “En este rubro son pocos los que tienen un ahorro para aguantar todo un año sin trabajo”, opina.
“El área oficialmente no está premiada, hablo de los que trabajan especialmente en el rubro del folclore. Por eso se está hablando de formar la Asociación de Productores Folclóricos para tener respaldo gremial que haga válida nuestra representatividad y a la vez nos dé visibilidad”, relata Sosa, quien es fundadora del Festival Mundial del Arpa, productora artística del Festival Paraguaýpe y de otras propuestas folclóricas.
Por su parte, Richi Vidaurre, productor de espectáculos, stage manager y músico confiesa que desde marzo tiene facturación cero, se inscribió para recibir la ayuda de Pytyvõ, pero no recibió nada. También se anotó para la ayuda de la Secretaría Nacional de Cultura, que se contactó con él pero tampoco recibió nada. “Estoy sobreviviendo con clases virtuales de guitarra clásica y editando videos para profesores de la escuela”, relata.
En Otros rubros. Muchos de los productores se ven obligados a incursionar en otros campos. Un ejemplo de ello es Wilson Ramírez, quien es músico y productor artístico de shows musicales, exposiciones de pintura y otras artes manuales. “Estos meses han sido durísimos, me vi obligado a incursionar en otro tipo de emprendimiento, como la gastronomía, me gusta mucho la cocina y es lo que me está ayudando a sobrellevar esta situación, mientras espero ansioso la posibilidad de seguir produciendo arte”, cuenta.
La directora ejecutiva de Tres Palos Entertainment Group, Leticia Cosp comenta que está involucrada con un proyecto de venta y distribución de hortalizas hidropónicas como medida de emergencia. “Son más de tres meses de inactividad empresarial y laboral. Nuestras inversiones en obras teatrales se quedaron en el aire. Hay mucha incertidumbre en nuestro rubro y es un tiempo para reflexionar la poca importancia que tiene el sector para el Gobierno”, menciona Leticia, quien junto a su equipo está gestionando el teatro en línea mediante Teatrix Paraguay.
La situación
* Facturación 0 de los productores.
* Realización de espectáculos online.
* Búsqueda de nuevas plataformas digitales.
* Lucha por monetizar los shows virtuales.
* Incursión en otros rubros no artísticos como ventas, delivery, gastronomía, etc.
* Recurrir a ayudas estatales o donaciones de terceras personas.
* Organización para crear leyes de protección al sector artístico.