21 may. 2025

Primera ministra británica lucha por mantenerse en el cargo

La primera ministra conservadora británica, Liz Truss, luchaba ayer por su supervivencia política, tras la humillante supresión de sus medidas económicas por un nuevo ministro de Finanzas dotado de inmenso poder en un intento de estabilizar los mercados.

“Es difícil concebir una crisis política y económica más grave en los últimos tiempos que la que afronta ahora el Reino Unido”, afirmaba en un editorial el diario conservador Daily Telegraph.

Truss se enfrenta a la ignominia, agregaba, de convertirse en el jefe de gobierno que menos tiempo ha estado en el cargo en la historia moderna del Reino Unido, a menos que los diputados rebeldes de su Partido Conservador le den un respiro.

Eso era lo que intentó el martes, reuniéndose con su consejo de ministros, antes de prepararse para su comparecencia parlamentaria de los miércoles que esta semana será crucial.

humillante. Truss fue muy duramente criticada el lunes por enviar a su ministra de Relaciones Parlamentarias, Penny Mordaunt, a responder preguntas de la oposición tras la humillante aniquilación de su plan de crecimiento.

“¿Dónde está la primera ministra? Se esconde, evita las preguntas, aterrorizada por su propia sombra”, acusó el líder laborista Keir Starmer.

La jefa de gobierno, de 47 años, acabó apareciendo brevemente, pero solo para permanecer sentada y silenciosa con una sonrisa forzada y una mirada ausente.

Después se reunió en privado con responsables del poderoso Comité 1922 que gestiona el grupo parlamentario conservador para intentar convencerles de que sigue siendo apta para el cargo, aunque ya todo el poder resida en manos del nuevo ministro de Finanzas, Jeremy Hunt.

Las normas del Partido Conservador británico protegen a cualquier nuevo líder de un voto de censura interno en los primeros 12 meses de mandato. Pero el creciente descontento tras el primer mes y medio de Truss podría llevar a este grupo a cambiar las reglas si no logran que dimita por sí misma.