La utilización del ka´a he´ê como edulcorante en bebidas gaseosas ya data de la década del 70, cuando la marca “Sodal” usufructuó este renglón como endulzante en su línea de producción, según refirió su fabricante, el industrial paraguayo Antonio Palazón.
El empresario recalcó que buscará proteger una fórmula que había registrado en épocas de la dictadura stronista, cuando intentó producir una gaseosa endulzada con ka’ê he’ê, con la que no podían continuar debido a una arbitraria medida del Gobierno de aquel entonces, que le forzó a clausurar su fábrica.
Palazón explicó que ellos habían registrado la fórmula como “Berdiana”, pero que otra operaria empresarial del ramo, en el mercado interno, habría presentado un nombre muy similar.
El empresario recordó que su intención era producir una gaseosa que iba llevar el nombre de Sodal, con jugo natural, y endulzada ya en aquel tiempo con la stevia. Sin embargo, posiblemente algún competidor de la época fue a hablar con dictador Alfredo Stroessner y logró que este enviara un telegrama colacionado, prohibiéndole seguir adelante con la idea.
La “orden superior” fue no producir el refresco, ni hacer experimentos, porque la stevia supuestamente se había patentado como un invento. Palazón calificó ese hecho como barbaridad, y, como él no era del “oficialismo”, el régimen comenzó a perseguirlo.