Bolsonaro saludó a algunos de sus seguidores a las puertas del Palacio de la Alvorada, su residencia oficial, a los que aseguró que “la mayoría del pueblo brasileño es honesto, trabajador, y no va a dar espacio para contemporizar con presidiarios”. Hasta ahora, el líder de la ultraderecha y mayor antagonista de Lula en la política, solo hizo algún comentario indirecto sobre la ex carcelación del antiguo líder sindical, ocurrida el viernes, tras 580 días en prisión y gracias a una decisión de la Corte Suprema. “Iniciamos hace pocos meses una nueva fase de la recuperación de Brasil y ese no es un proceso rápido, aunque avanzamos con hechos. No le dé munición al canalla, que está momentáneamente libre, pero cargado de culpa”, escribió Bolsonaro en su Twitter.
La prohibición del encarcelamiento después de la segunda instancia priva a la operación anticorrupción Lava Jato de uno de sus instrumentos favoritos. Esa operación, dirigida por el ex juez y actual ministro de Justicia de Bolsonaro, Sergio Moro, llevó a la cárcel a decenas de políticos y empresarios de primer plano. AFP-EFE