El documento se presentó ayer, en la Cámara de Senadores, con el apoyo del Frente Guasu.
Para los proyectistas, se trata de una propuesta revolucionaria, por la cual “se regula integralmente y se declara de interés nacional el autocultivo, la producción, industrialización, comercialización, uso e investigación de la planta de cannabis y sus derivados”. Detrás de este proyecto están la organización Mamá Cultiva, la Cooperativa Paraguaya de Cannabis y la Cámara Paraguaya de Cannabis Industrial, mientras que en el Congreso tiene el apoyo del Frente Guasu, que auguró ventajas económicas para el país.
Con el proyecto se busca la descriminalización de la planta de cannabis, la creación del Instituto Nacional de Cannabis y la autorización del autocultivo. Juan Carlos Cabezudo, uno de los principales impulsores, explicó que se pretende dar mayor cobertura que necesitan del aceite de cannabis por cuestiones médicas, pero al mismo tiempo se intenta atraer inversiones extranjeras y beneficiar a la agricultura familiar campesina.
LA CIFRA
25.000
hectáreas de cannabis o cáñamo industrial se planteó el Gobierno sembrar en el 2020, pero el objetivo no se cumplió.