Como parte de Raíces Real Estate, empresa emblemática del sector inmobiliario por su compromiso con los valores de la sociedad, la propuesta contempla un concepto inédito al convertirse en el primer barrio cerrado del Paraguay en estrenar una laguna cristalina con olas artificiales. Su diseño combina arquitectura moderna, paisajismo nativo, confort y tecnología de vanguardia.
Este lanzamiento que, invita a vivir con el feeling del mar en un entorno residencial de lujo, refuerza la visión de la compañía de incorporar comodidades distintivas que eleven la forma de habitar en Paraguay.
Aquabrava marca así un antes y un después en el sector inmobiliario nacional, al convertirse en el primer barrio cerrado del país en contar con este tipo de amenity.
Con tecnología Wavetech
El sistema de la laguna integra turbinas de última generación traídas desde España, con montaje técnico realizado por especialistas de Brasil para garantizar su calidad y funcionamiento. Además, cuenta con un espacio paisajístico creado con referentes regionales para recrear ambientes rocosos y elementos naturales que evocan la esencia del mar.
“El cuidado de la edificación y trabajo coordinado con referentes de distintos países reflejan el compromiso de Raíces Real Estate, con la innovación y el deseo de ofrecer lo mejor a los clientes”, afirmaron desde la compañía inmobiliaria que está detrás de este gran proyecto.
El entorno de la laguna se completa con casi 360 grados de playas de arena blanca, que integran un lugar acuático infantil y un bar mojado.
Un proyecto sostenible
Asimismo, Aquabrava se posiciona como el primer barrio cerrado del país en aspirar a la certificación LEED, un reconocimiento internacional que valida proyectos planificados bajo estándares de construcción sostenible, gestión eficiente de recursos e infraestructura verde.
El barrio promueve la movilidad activa y la conexión entre las personas y el entorno, a través de servicios y espacios públicos accesibles y diseñados para un desplazamiento seguro. A esto se suma un modelo de reforestación y rescate de especies nativas adaptadas al clima local, que contribuye a preservar la biodiversidad y a generar un entorno armónico para convivir.
La infraestructura verde es acompañada de una gestión responsable del agua, a través de un espacio natural denominado cañadón donde convergen dos laderas que forman un cauce que permanece seco durante una temporada del año, desde allí se canalizan de manera ordenada las aguas de lluvia y las pluviales del barrio, y se dirigen hacia un reservorio ubicado en la parte baja.
En ese sentido, resaltan el cuidado del agua que es reutilizada para el riego de las áreas verdes, cerrando un ciclo hídrico eficiente y alineado con los principios de sostenibilidad que inspiran al proyecto.
Agregaron además que, Aquabrava no es solo un desarrollo residencial, sino que trata de una nueva forma de vivir en una comunidad que elige la tranquilidad y la naturaleza como un día a día, marcando una nueva dimensión del vivir bien en Paraguay.
La propuesta está ubicada sobre la ruta San Bernardino y abarca unas 65 hectáreas con 463 lotes residenciales, nueve macrolotes y dos edificios de departamentos, creando una comunidad planificada, sustentable y en conexión con la naturaleza.
Cuenta con playas de arena blanca de más de 9.000 m², vegetación nativa, áreas deportivas de alto nivel, Club House, Wet Bar, gimnasio y canchas de tenis, pádel, fútbol y uso múltiple. El barrio cerrado combina elementos clave de sustentabilidad, comodidad, seguridad en una ubicación privilegiada que brinda un fácil acceso a la capital y a otras ciudades del país.