La Cámara Importadora de Perfumes y Cosméticos (Caimpeco) espera que con el nuevo Gobierno se ponga atención a una serie de medidas que favorecen la entrada de productos falsificados, que constituyen un peligro para el consumidor y una competencia desleal para las empresas.
Representantes de dicho gremio ya han planteado sus preocupaciones al nuevo titular de la Dirección de Aduanas, Julio Fernández, así como esperan hacer lo mismo con el ministro de Salud, Julio Mazzoleni, la próxima semana en una audiencia.
El presidente de la Caimpeco, Juan Pablo Jaeggli, explicó que la Corte Suprema de Justicia (CSJ) ha venido beneficiando desde hace años a empresas específicas, quienes a través de medidas cautelares han logrado prescindir de la presentación del registro sanitario para importar productos, especialmente perfumes y cosméticos.
Sin este documento, por un lado, se pone en peligro al cliente porque no hay seguridad sanitaria del producto. “La Corte se tomó una atribución del Ministerio de Salud y autoriza a no seguir las normas”, resaltó Jaeggli.
Así también las importadoras oficiales de las marcas en Paraguay, quienes son responsables de ellas, deben responder por las firmas, señaló. “El registro sanitario le da una responsabilidad al importador. Si algo pasa con el producto, somos responsables nosotros”, insistió.
Finalmente, la falta de dicho control y, por ende, la falta de la documentación hacen que las cargas de estas empresas presenten casi ningún documento para ingresar al país sus productos.
Este último punto quedó evidenciado hace poco más de una semana, cuando en un control aleatorio en la frontera de una carga de la firma Vargos SA, una de las beneficiadas por la Corte (ver lista), se encontraron productos aparentemente falsificados, recordó Jaeggli.
Esta empresa importó el año pasado por valor de USD 3 millones, y “no sabemos el origen ni la seguridad”, continuó el titular del gremio de importadores.
Otros efectos. Además del riesgo en la salud que esto implica, también hay un efecto económico en el rubro de los cosméticos y perfumes, explicó Jaeggli.
La Caimpeco agrupa a doce empresas que constituyen el 80% de todas las ventas. Existen grandes inversiones que conllevan los contratos con las marcas, como lo es la publicidad, señaló.
Si la publicidad beneficia a otros importadores que se saltan normas, no pagan al IPS ni al Fisco, y con ello reducen sus costos, se deja de invertir en publicidad, explicó.
“Esta dinámica pone en riesgo los puestos de trabajo, desafortunadamente”, dijo. Hay alrededor de 3.000 personas trabajando en las empresas agremiadas a la cámara hoy día, comentó Jaeggli.
Con estas medidas de la CSJ, más la crisis económica de Brasil desde el año 2014, el rubro de la importación de perfumes y cosméticos “percibe un fuerte ingreso de productos falsificados”, señaló el referente del sector.