Aldo Villarreal, de la Asociación de Importadores y Comerciantes del Mercado de Abasto (Asicoma), dijo que el tomate nacional solo cubre entre 25% y 30% de la demanda local, mientras que el resto corresponde a productos de contrabando, especialmente desde el Brasil.
Asimismo mencionó que el rechazo para obtener la acreditación de importación fitosanitaria ocasiona que el tomate se encarezca. Según Villarreal, cada caja de 18 kg cuesta G. 150.000.
Desde el sector piden la autorización para importar los productores y a cambio se comprometen a seguir comprando la producción nacional.
Por su parte, el director de Comercialización del Ministerio de Agricultura y Ganadería, Aníbal Roa, explicó que la papa está en sus últimas semanas de cosecha, por lo que la importación se aprobará antes que el tomate y la cebolla.
Si bien aseguró que no hay escasez, admitió que el tomate es el producto más sensible al clima. Las últimas lluvias ayudaron a aliviar la sequía en las áreas de producción, a pesar de los riesgos que pueden acarrear las tormentas, pero los días calurosos ahora son la mayor amenaza.
Roa detalló que la calidad del tomate se puede ver afectada por el calor extremo y por la aparición de enfermedades, lo que puede modificar los planes de producción que van hasta diciembre.