La producción de algodón tuvo un auge en la década de 1980, pero luego fue sufriendo una caída y si bien se intentó recuperar la época de bonanza hace siete años, el proyecto no se sostuvo.
De acuerdo a los datos de la Red de Inversiones y Exportaciones, en el 2012 se enviaron 24.003 toneladas de la fibra vegetal por USD 42,7 millones, mientras que en el 2018 se llegó a 2.957 toneladas, con un ingreso de USD 4,8 millones.
Los números actuales son más alarmantes, pues hasta octubre se exportó el 61% de lo que se logró el año pasado y las posibilidades para al menos igualar la cantidad no son favorables. Tanto los productores del algodón transgénico como del convencional coinciden en que el Gobierno no colabora para recuperar la producción de esta fibra.
“A los gobernantes de turno no les interesa mucho la producción agrícola, entonces es muy poco lo que hacen. No hay incentivos, no tenemos técnicos, no tenemos disponibilidad de semillas y no tenemos créditos para los productores”, dijo al respecto el presidente de la Cámara Algodonera del Paraguay (Cadelpa), Hugo Florentín.
A su criterio, los mercados sobran, porque cada vez hay más demanda del producto.