RÍO DE JANEIRO - BRASIL
La Policía brasileña realizó ayer una operación para capturar a varios sospechosos de haber asesinado a candidatos en las elecciones municipales del próximo octubre, cometidos en ciudades de la región metropolitana de Río de Janeiro.
La operación tenía como objetivo detener a doce sospechosos de haber participado en alguno de los 14 asesinatos de políticos ocurridos desde el pasado noviembre en los municipios de la Baixada Fluminense, una zona populosa, pobre y con altas tasas de violencia que linda al sur con la capital regional.
El comisario Giniton Lages, responsable de las investigaciones, afirmó en una rueda de prensa que tan sólo hay indicios de que exista motivación política en dos de esos crímenes.
Estos casos se refieren al concejal de Magé Geraldo Cardoso Gerpe, asesinado a tiros en enero pasado a las puertas de la Cámara Municipal, y al concejal de Seropédica Luciano Nascimento Batista, que sufrió una emboscada en noviembre pasado al salir de una discoteca en la que trabajaba como DJ.
En ambos casos, la Policía cree que fueron asesinados por estar implicados en procesos políticos que perseguían la destitución de los respectivos alcaldes de sus municipios.
Según la Policía, al menos cuatro de los asesinatos están relacionados con disputas de los políticos con grupos mafiosos, llamados milicias, por el control de algunos negocios ilegales, como el robo de combustible en una refinería de la zona.
Según las investigaciones, otros homicidios se tratan de crímenes comunes, uno de ellos por motivos pasionales y otro fue resultado de una pelea en un accidente de tráfico que acabó a tiros.