Además, Masi una vez más volvió a insistir en la necesidad de un cierre total por tres semanas, aunque corra el riesgo de ser escrachada.
“Uno entiende la desesperación de la gente, pero cada vez somos menos solidarios”, consideró Ríos con relación a los vacunados VIP.
“Hay dos tipos de error: que le llegue a la gente que en ese minuto todavía no son la población, eso es gestión; el otro, ya es privilegio, tráfico de influencia”, alegó Masi.
“Estuvimos preparando un proyecto que vamos a discutir con la Comisión de Salud. Esta historia de pasarse la fila, de error tipo dos, que es privilegio que siempre involucra a alguien más. No hay obediencia debida. Es un disparate”, consideró.
“De todos modos, creemos que el error tipo uno, que depende de la gestión, se tiene que corregir y discutir qué sanción también para la persona, no solamente al funcionario, al director o a quien sea”, sostuvo la legisladora.
“Si no hay sanción, va a continuar. Tal vez una multa. No hay carnaval de vacunas, que encima no tenemos. Hay que cortar este tema que crea desconfianza. Todos tenemos que confiar ”, reclamó.
“El Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI), voy a poner la mano en el fuego, tiene capacidad de vacunar entre 30.000 y 50.000 personas por día”, aseguró.
“Tiene que organizarse, descentralizar, en lugares públicos, estadios, costanera, interior. El PAI tiene esa capacidad”, sostuvo.
“Si no paramos tres semanas, que me escrachen, vamos a ver. El Poder Judicial es una bomba de contagio. Aparte de la mascarilla, el Covid está en el aire”, insistió. “La gente tiene que trabajar por cuadrillas. Tienen que abrir ventanas o poner filtros. Eso significa inversión pública y privada. Ojalá me equivoque”, remarcó Masi.