De acuerdo al informe del médico Rafael Camperchioli, el proyectil está alojado en la parte posterior del abdomen, hacia el costado izquierdo de la columna.
Los médicos informaron que la bala no pudo ser extraída porque se encuentra dentro del músculo y representa un riesgo para el menor. La cirugía a la que fue sometido de urgencia fue para resolver el problema de la hemorragia y la perforación del intestino, que finalmente fue resuelto.
“No se intentó extraer la bala en ese momento, porque eso significaba prolongar la cirugía y los riesgos. En este momento se resolvió la urgencia y la extracción o no de la bala quedaría en un segundo tiempo; esa bala no está afectando ningún órgano vital, inclusive la bala podría permanecer ahí", comunicó el médico que atendió al niño.
Los investigadores necesitaban el proyectil para resolver la investigación.
Otra de las opciones es medir el orificio de la herida para verificar qué tipo de arma fue disparada, manifestó el fiscal que indaga la causa, Santiago González.
MEJORA. El niño Marco Antonio Solís Bareiro presentó una evolución importante en la jornada de ayer.
Los médicos le retiraron el oxígeno, pero permanece en terapia.
En tres días más aproximadamente lo van a trasladar a una sala común, según el reporte del Hospital Acosta Ñu, de Reducto, San Lorenzo.
La abuela, Beatriz Colmán, dijo que su nieto presenta una evolución alentadora.
Lamentó igualmente la señora que el proyectil no pueda ser extraído para facilitar el trabajo investigativo de los agentes policiales.