El portero es oriundo de Cerrito de Ñeembucú, mientras que Roque es hijo de padre pilarense.
A las 14:00 llegaron al aeropuerto de Pilar, donde fueron recibidos por el intendente municipal, Carlos Silva y de ahí realizaron una caravana hasta la plaza de los héroes, donde fueron ovacionados por miles de personas.
La Municipalidad de dicha ciudad y la junta nombraron como “Hijos dilectos de la ciudad de Pilar” a ambos jugadores, mientras que la Gobernación y la junta departamental de Ñeembucú distinguieron como “Ciudadanos ilustres de Ñeembucú" a los futbolistas.
Tanto Villar como Santa Cruz agradecieron las distinciones hechas por los pilarenses y expresaron su alegría por el gran recibimiento.