El informe de resultado del monitoreo de cauces hídricos, realizado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades), describe que arroyos como el Mburiacó, Lambaré y el Itay en líneas generales presentan ciertos valores buenos en los indicadores que son importantes para el ecosistema hídrico. Sin embargo, los técnicos advierten que el escenario es todavía muy frágil por los valores de nitratos y contenido de materia orgánica.
“Cualquier condición que pueda generarse por vertidos indeseados puede desencadenar nuevamente una contaminación en aumento”, señala el informe.
Sobre todo en el caso de materia orgánica, afirman que es una alerta de la debilidad de la mejoría si no se toman serias medidas como retirar los desechos.
“Tras parar las actividades industriales ha disminuido la contaminación de varios arroyos. Pero cuando las empresas reanuden nuevamente los trabajos, de nuevo se corre el riego de que los cauces vuelvan a tener altos niveles de contaminación”, señaló Pintos.