Según reprodujo, la joven Virgen cantó: “Mi alma proclama la grandeza del Señor porque se fijó en su humilde esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones porque el Poderoso ha hecho grandes cosas por mí”.
Para el padre Duarte Ramírez ese cántico “contrasta la actitud soberbia y autosuficiente” porque desborda de “sencillez y la humildad que agrada a Dios. Dios socorre con misericordia a los pobres y humildes y derriba del trono a los poderosos”, lanzó ante una multitud de fieles que se dio cita ayer en la última misa vespertina de la solemne víspera del Día de la Virgen de Caacupé.
“Y nosotros somos de esa generación anunciadas por María Santísima, la proclamamos bendita entre todas las mujeres porque el fruto de su vientre es bendito”.
Fe mariana. El presbítero pareció dirigir su mensaje a muchos protestantes que merodean la Villa Serrana, proclamando lo contrario. “Qué gran error es poner en contraposición de Dios y la devoción mariana. Creer que la Palabra no hace referencia a la Virgen María, a la devoción a María. Al contrario, Ella es la Madre de la Palabra y de la alegría”.
Hizo referencia a la vida consagrada en este contexto de sinodalidad, con participación en comunidad, ante el gran desafío de la reestructuración, buscando revitalizar el testimonio de las bienaventuranzas y en la misión de la iglesia. “Nos urge situarnos del lado de la vida, allí donde las iniciativas favorecen la dignidad humana. Hay que poner la mirada en Jesús. Si escuchamos a Jesús podemos transformar las estructuras anquilosas y las estructuras deshumanizadas”.
Es partidario de “reforzar el compromiso social” en la misión pastoral, “optando una cada vez más por una evangelización vivida entre los más pobres, que renueven las esperanzas”, dijo.
Al cierre, lanzó un llamado especial a “tantos jóvenes que tienen la vocación a esta vida consagrada, a pedir la intercesión de nuestra Madre la Virgen de Caacupé”.
camino a la villa serrana
Con el paso del tiempo vamos a abandonando y nos volvemos indiferentes a Dios y a la Madre María Santísima.
Prob. Osvaldo Duarte,
de la Congregación del Santísimo Redentor.