El ex titular de Hacienda Santiago Peña y el ex ministro de la Seprelad Óscar Boidanich prácticamente se lavaron las manos y se desentendieron de las cuentas de Darío Messer.
Ambas autoridades fueron interpeladas ayer por miembros de la Comisión Bicameral de Investigación que indaga el lavado de dinero y sus vínculos con el “amigo del alma” del ex presidente de la República Horacio Cartes.
Boidanich se excusó en el bajo presupuesto con que cuenta la institución y la falta de personal para hacer control y seguimiento de los casos sobre lavado de dinero.
Sostuvo que el caso que involucra a Messer no es sencillo y, al igual que Peña, supuestamente ni lo conoce.
Refirió que cuando se dio el reporte, en el 2015, no tenía sustento, ya que ni siquiera se hablaba de Messer.
Indicó que el dato que saltó es que una empresa ganadera quería invertir en la bolsa, y no había precedente sobre lavado de dinero.
Alegó que la calificación de la misma era media, y que la Seprelad solamente investiga la que es alta.
Luego intentó excusarse en las estadísticas en cuanto a la cantidad de reportes que ingresaron cada año, y que eso significa mucho trabajo para tres o cuatro analistas.
Manifestó que la Seprelad ni siquiera cuenta con antecedentes de cuentas y que recientemente Itaipú desarrolló un “sistemita” para tener mensualmente todos los movimientos que sean mayores a los USD 50.000.
Además, tiró el fardo a los bancos, señalando que si los mismos no reportan la operación, entonces Seprelad no puede acceder a los datos.
Mencionó que recién en el 2016 se tuvo la calificación de riesgo, y que incluso se investigó a todo el entorno familiar y se remitió al Ministerio Público.
Indicó que no informó de este procedimiento a Cartes, y que supuestamente la condición que puso es que no tenga que hacerlo.
CERO CONTROL. Peña deslindó responsabilidad del Ministerio de Hacienda en cuanto al control de la emisión de bonos, alegando que lo único que hace es firmar un acuerdo con la Bolsa de Valores.
Refirió que la cartera tampoco maneja los datos de los compradores de bonos.
Justamente una de las consultas que le hizo el senador Jorge Querey es que si el Cartel de Sinaloa podría acceder a los bonos.
Peña contestó que Migraciones no iba a permitir, pero el legislador le retrucó que eso fue lo que hizo Messer. El ex ministro se quedó sin palabras y bajó el micrófono.
Admitió que su padre trabajó en la bolsa de valores Puente, que fue la que hizo transacciones de bonos para las empresas de Messer, pero que no tuvo nada que ver.
“Hacienda hace pagos, no está controlando que el proveedor del Estado tenga los pagos en regla. Hacienda no debería tener que estar controlando”, sentenció Peña.
El ex ministro también hizo referencia al bajo presupuesto e incluso a los salarios que no condicen con la responsabilidad en los cargos.
Insistió en la falta de recursos en las instituciones encargadas del control, entre ellas, la Seprelad.
Hizo además referencia a las debilidades que se detectaron en ciertos bancos, por lo que se decidió aplicar sanciones.
Indicó que, sin embargo, las firmas afectadas recurrieron a la justicia, y que lo mismo pasa con los casos de evasión.
Entre los bancos que estaban en la mira citó al Continental e Itaú, que vía judicial se salvaron de las sanciones.
Quiero que valoren todo el trabajo que se hizo y que se sigue haciendo a pesar de todas las deficiencias. Óscar Boidanich, ex titular de Seprelad.
Cuando una institución deposita sus recursos, asumimos que la Superintendencia hace el control. Santiago Peña, ex ministro de Hacienda.