En breve pero emotivo acto realizado en el Salón Multiuso Soldado del Chaco, del Instituto Superior de Educación, asumió ayer como nuevo ministro de Deportes el dirigente Paulinho Bernardo Reichardt.
Tras darse lectura al decreto Nº 1.658 del Poder Ejecutivo, que determinó en reemplazo del renunciante Javier Dacak Frutos, el nuevo ministro, con emotivas y firmes palabras, prometió trabajar y se consideró más deportista que político, recordando su trayectoria como atleta (incluso olímpico en tiro, en los Juegos Panamericanos de Winnipeg), así como su militancia directriz en el básquetbol, el fútbol de salón, el tiro y el fútbol, lo que resumió con la frase: “El deporte está en mi sangre”.
También recalcó su pedido de apoyo a los dirigentes de las diferentes modalidades, a quienes prometió trabajar juntos, sin distinciones.
FÚTBOL Y POLÍTICOS. Resaltó en el acto de ayer la presencia de numerosos dirigentes políticos y del fútbol. Incluso estuvo el señor Eugenio Figueredo, secretario de la Confederación Sudamericana de Fútbol, así como el presidente de la APF, licenciado Juan Ángel Napout, y otros dirigentes de cúpula de clubes y referentes de la entidad matriz del balompié.
Entre los políticos asistentes resaltó la figura de parlamentarios (tanto de la Cámara de Senadores como de la Cámara Baja) y miembros del directorio del Partido Liberal Radical, así como de otras agrupaciones políticas.
AUSENCIAS. Por contrario imperio, llamó la atención la ausencia del presidente del Comité Olímpico Paraguayo, así como de varias entidades federadas.
Consultado al respecto, el escribano Ramón Zubizarreta señaló que “no fui invitado”.
Paulinho Reichardt, a su vez, manifestó que pidió que por secretaría se extienda convite a todas las federaciones, sin distinción, y ayer por la tarde, de todas formas, ya tuvo un encuentro con el titular del COP.