La resolución “declara una emergencia climática y ambiental” y pide a la Comisión, los Estados miembros y las instituciones globales que “lleven a cabo las acciones concretas necesarias para luchar y contener esta amenaza antes de que sea muy tarde”, algo a lo que también se compromete la propia Eurocámara.
Además, urgen a la nueva Comisión Europea, que iniciará su andadura el próximo 1 de diciembre, a que “evalúe completamente el impacto ambiental de todas las propuestas legislativas y presupuestarias relevantes”.
La breve resolución, con apenas dos párrafos, fue consensuada entre la Alianza de Socialistas y Demócratas, Renovar Europa y la Izquierda Unitaria Europea, y finalmente la apoyaron también los Verdes, pese a que ellos buscaban una declaración con compromisos más ambiciosos, y parte del Partido Popular Europeo. El texto se aprobó por 429 votos a favor, 225 en contra y 19 abstenciones. El Partido Popular Europeo, los Conservadores y Reformistas y la derecha de Identidad y Democracia (ID) votaron en contra. EFE