Es que los chicos por momentos se ven atados a un esquema que no libera todo de ellos; con enorme potencial el entrenador Aldo Bobadilla ayer prefirió cerrar sus líneas atrás y casi arriesgar un triunfo que era cuestión de minutos, porque Perú (quedó fuera del torneo) no tenía armas para complicar.
Tanto fue así que las ocasiones más claras de gol del cuadro rival fueron por errores de los nuestros, todos salvados de forma brillante por el portero Ángel González, que es una seguridad bajo los tres palos atajando; con los pies, casi cometió un error garrafal.
GENIALIDAD. Cuando los chicos pueden, demuestran que pueden hacer maravillas. Especialmente si esto nace de Matías Segovia. El “10”, con pocos balones, demostró su calidad, hizo una pared hermosa con Diego González, teniendo a la defensa peruana como espectadora y que el delantero del Celaya definió con un cabezazo. Pero la magia de Segovia no terminó ahí, ya que jugando retrasado en las líneas por el orden mezquino de Bobadilla, se las ingenió para hacer jugadas lujosas que clarificaban el panorama el juego.
Venció a Perú por 1 a 0 y tempraneramente accede al hexagonal final.
Matías Segovia
El “10” demuestra en todos los partidos que es distinto. Muy claro organizando el juego y con salidas de buen toque.
10
años pasaron de la última vez que Paraguay jugó un Mundial de la Sub 20, que fue en Turquía en el 2013.
16
veces la Albirroja llegó a instancias finales por un podio sudamericano de un total de 30 ediciones jugadas.