30 oct. 2025

Para proclamar auténticamente el Evangelio, el primer paso es el enamorarse

Hoy meditamos el Evangelio según San Marcos 16,15-20.

¿Cómo comprender estas palabras, Señor?, ¿andar por todo el mundo predicando el Evangelio? Quisiéramos entender cuál es el camino que debemos recorrer para proclamar el Evangelio.

“Ir por todo el mundo”, “a toda creatura”, ¿no es demasiado para mí? Soy una persona limitada y pequeña. Me muevo constantemente en el mismo círculo. Y podría encontrar más de una dificultad en ese “salir” a predicar. ¿Cuál es el camino que quieres que recorra?, ¿cuál es tu camino, Señor?

Para proclamar auténticamente el Evangelio, el primer paso es el enamorarse. Es más, no es tan solo el primer paso, sino aquel paso del caminar que nunca puede faltar. Cuánto encandece a nuestra alma el pasar un tiempo a solas con el Señor. Convivir con Él y “gastar” el tiempo a su lado, “perder” mi tiempo frente a Cristo Eucaristía, frente a mi Señor y Dios que tanto me ama. Contemplarlo en la cruz, contemplar su amor y agradecérselo. Maravillarme ante un amor tan grande. Aceptar la bendición que Dios nos hizo al entregarse por nosotros en la cruz. Contemplar con gratitud su presencia real en la Eucaristía. Agradecer, enamorarme y pedir la gracia de amarlo siempre más.

Y entonces la buena nueva, el Evangelio, la hermosa noticia, adquiere el sentido de urgencia, de apremio, de anhelo y de pasión por anunciar el camino, la verdad, la vida, la única felicidad. Y como aquel enamorado, que nunca pierde ocasión para pensar en su querida, así igualmente yo, aunque la mayoría de las veces siga presente en el mismo ambiente, en el mismo círculo o las mismas circunstancias, puedo vivir cada día con un nuevo anhelo e ilusión. (…) Soy una persona que difícilmente podrá salir frecuentemente a predicar, pero con seguridad puedo comenzar persona por persona. Tengo, en fin, un acto tras otro donde puedo amar porque “el Señor actuaba con ellos”, y ése es mi mayor consuelo: Saber que te tengo a mi lado en este caminar.

(…) “La relación con Jesús resucitado es la ‘atmósfera’ en la cual vive el cristiano y en la que se encuentra la fuerza para permanecer fiel al Evangelio, incluso en medio de obstáculos e incomprensiones”.

(Homilía de S. S. Francisco, 17 de mayo de 2015).https://es.catholic.net/op/articulos/76311/cat/1036/para-proclamar-autenticamente-el-evangelio-el-primer-paso-es-el-enamorarse.html#modal).