La eliminación del arancel que estableció Taiwán para la importación de carne porcina paraguaya no es efectiva en la práctica porque el mercado aún no habilitó el aspecto sanitario, que es el constante reclamo de los productores, la industria y del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa).
Para el presidente de la Asociación de Criadores de Cerdos del Paraguay, Hugo Schaffrath, la decisión del mercado taiwanés solo busca “endulzar” al país ante las exigencias del sector que apuntan a conseguir la habilitación que permita exportar cerdo a ese destino. Además, la eliminación del arancel solo contempla la carne refrigerada, es decir, la que se transporta vía aérea y representa mayores gastos de logística, lo que a su vez le resta competitividad al producto.
“Ellos tienen carne porcina adonde quieran que vayan porque es un producto que ellos tienen disponible en su país, entonces lo que tendríamos que tener primero es la habilitación para enviar la carne de cerdo; segundo, que nos den el arancel cero para la carne sin hueso congelada”, expresó.
AUDITORÍA. El titular del Senacsa, José Carlos Martin, también se refirió a la reducción del arancel de 12,5% a cero. Considera que “no hay interés” real de Taiwán para comprar carne porcina paraguaya porque, de ser así, ya hubiera hecho la auditoría. Hace más de un año se espera la visita de los técnicos taiwaneses, a quienes se les ofreció hacer las fiscalizaciones de manera virtual, teniendo en cuenta las limitaciones de desplazamiento por la pandemia, pero no aceptaron.
Además, establecieron nuevas exigencias como el análisis laboratorial para el diagnóstico de peste porcina africana, una enfermedad que, según explicó Martin, ni siquiera hay en la región.
EXPECTATIVAS. Si bien Taiwán es un gran productor de cerdo, también es un importante consumidor e importa el 10% de la demanda para cubrirla.
En ese sentido, representa una alternativa de mercado para Paraguay, que desde el 2019 perdió a Rusia, el principal comprador, tras una restricción que estableció ese país.
En cuanto al potencial de exportación, Schaffrath indicó que se puede llegar a 10.000 toneladas, tres veces más de lo que se envió al exterior en el 2020.