Para el organismo, los mejores resultados en la reducción de la pobreza se registran en países como Paraguay, ya que junto al incremento de los ingresos laborales, aumentaron las transferencias públicas y privadas.
“La redistribución ha sido fundamental en la reducción de la pobreza, al complementar el crecimiento económico en periodos de bonanza y evitar aumentos de la pobreza y deterioros distributivos en la mayoría de los países en contextos de desaceleración económica”, asegura en su informe.
Cepal detalla, además, que dentro de los tres grandes estratos de la población, según ingreso per cápita, casi el 27% de la población paraguaya está en el estrato “bajo no pobre” (sector mayoritario), casi el 24% en el estrato “medio bajo” y 20,2% en el “medio intermedio”, que son los subestratos con más cantidad de personas. En la extrema pobreza, se ubica el 6% de la población.
riesgo. Para la economista Verónica Serafini, el 40% de la población se encuentra en situación de alta vulnerabilidad con un importante riesgo de caer en la pobreza, ante una enfermedad, pérdida de empleo, desastre natural, inclemencias del tiempo en el campo o inflación.
Refiere que más de 1,8 millones de paraguayos permanecen en situación de pobreza, según la última Encuesta de Hogares. De aquellos, casi la mitad no cuenta con ingresos necesarios para adquirir una canasta de alimentos.
A su criterio, la pensión alimentaria a personas mayores tiene una mayor potencialidad (frente a Tekoporã y Abrazo) para reducir la pobreza por el monto que entrega (25% del salario mínimo).