Por medio de una misiva, el Sumo Pontífice felicitó al primer cardenal del Paraguay, ‘‘con ánimo agradecido’’, por los diligentes servicios apostólicos en las Iglesias de San Lorenzo, San Pedro Apóstol, Obispado Castrense del Paraguay, Villarrica del Espíritu Santo y, finalmente, de la Santísima Asunción, confiadas a su cuidado.
Asimismo, agradeció al purpurado por los oficios cumplidos ‘‘diligentemente’’ en la Conferencia Episcopal Paraguaya, ‘‘según los deberes fraternos de nuestra caridad, y por el afán en dar testimonio del amor de Cristo, con el que hizo la mejor obra en la viña del Señor, lleno de bondad y preocupación por el pueblo de Dios y por su espiritualidad para las ‘necesidades de las familias y de los jóvenes, convirtiéndose en artífice de la armonía para que todos sean uno’’.
El papa Francisco extendió la bendición apostólica a todo el clero, a los fieles y familiares, pidiendo oraciones por el ministerio petrino de los obispos.