En su nada desapercibido recorrido, el hombre de barba blanca oferta la réplica de su tradicional gorrito a G. 10.000, y quienes quieran solo salir con él en una foto, sin comprar su producto, deben pagarle G. 5.000.
Esta es la estrategia utilizada por Óscar Cristaldo, vendedor, quien llegó desde Ciudad del Este para este emprendimiento. Este año eligió vestirse como el Viejito Pascuero para atraer clientela.
“Siempre hay que buscar algo que llame la atención para que la gente se acerque y quiera comprar”, comenta. Otro disfraz que también tiene éxito, relata, es el del payaso. Todo depende del producto que va a ofertar .En el caso de que solo sea foto, de igual manera cobra a sus “admiradores”.
Quienes también buscan algo más que captar la atención de los peregrinos son las personas disfrazadas como el Soldado de Plata y hasta el Depredador quien hizo su aparición por la Villa Serrana. Este último fue el más admirado, pero pocos se animaron a posar con él para la foto, ya que ello significaba desembolsar la suma de G. 10.000. Son múltiples los creativos negocios en la festividad.