Las comunidades han visto sus ingresos menguados por la menor actividad y sufren el cierre de mercados locales. Algunos alimentos e insumos básicos para la higiene, como jabón y cloro, no se consiguen en sus comunidades o se encarecieron mucho. Y las ayudas estatales no siempre llegan o requieren de los trámites electrónicos, cuentas de banco o facturas de servicios, exigencias que no contemplan la realidad de las comunidades.
Los pueblos indígenas representan el 8% de la población de la región. Forman parte del 14% de la población en situación de pobreza y el 17% de pobreza extrema.
“Es decir, en forma desproporcionada integran las filas de los más vulnerables. Esto se traduce en menos acceso a servicios de salud, menos recursos para comprar insumos básicos y más exposición al contagio”, detalló Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.