“Nosotros somos apenas un eslabón que conecta a las personas y a pequeños comercios, promoviendo los pagos electrónicos como primer peldaño de la inclusión financiera, mediante el acceso a servicios financieros desde el teléfono móvil para transferencia y pagos de baja denominación”, aseguró José Monges, gerente comercial de Tigo Money.
Añadió que el pago electrónico es una solución que acerca a los pequeños negocios y les permite crecer, a través de una herramienta a mano: el celular. Por eso, “Tigo Money es una herramienta clave que les permite cercanía, rapidez y confiabilidad”, expresa Méndez. Hasta ahora, se verificaron compras gracias a los recursos de ambos programas estatales en más de 3.000 minimercados, almacenes y farmacias de todo el territorio nacional.
“Los despenseros ganan vendiendo sus mercaderías y cada uno calcula su margen de ganancia por ellas. Recibir pagos con la billetera les ayuda a vender más, ya que somos una opción más para que ganen más”, aseguró.
En cuanto al consumo de los beneficiarios de los subsidios Pytyvõ y Ñangareko, el 88% de las transacciones y el 70% del valor de ventas corresponden a almacenes y minimercados, según informó.
TRANSPARENCIA. El gerente de Tigo Money aclaró que la transparencia de este sistema se mantiene en todos los eslabones de la cadena, pues “el vendedor que recibe el pago al concretarse la compra es también identificado por tratarse de un comercio formal que tiene una relación directa con la procesadora (Red Dinelco), en el caso de contar con un POS, o con nosotros la telefónica”. Mientras que al tratarse de una operación con dinero en efectivo se pierde la trazabilidad y por tanto el seguimiento y la identificación del uso del dinero. “Con los pagos electrónicos se conoce el destino de determinado rubro para que la ayuda alimentaria cumpla su objetivo”, adujo Monges .
Tigo Money brinda servicios financieros móviles desde el 2008, por lo que tiene muy bien identificado al universo de sus clientes. Este aspecto también contribuyó a mantener la transparencia del sistema de pago electrónico.
“Contamos con 35.000 comercios en diversos rubros (almacenes, despensas, librerías, cabinas, farmacias, entre otros) muchos de ellos, los más robustos, son seleccionados para ser agentes nuestros en el servicio de giros y los más pequeños son desde hace muchos años puntos de recarga de saldo”, explicó.
Una vez que identificaron los rubros de cada cliente, seleccionaron a 5.700 de ellos, específicamente, a aquellos que se dedican a vender alimentos, medicamentos, productos de limpieza o similares en más de 350 localidades de todo el país, con la finalidad de habilitarlos en los dos programas de ayuda social.
A su vez, Dinelco conoce el rubro de sus establecimientos desde su afiliación, y codificó los POS para habilitar solo a aquellos comercios en los rubros permitidos, agregó.
Los pagos electrónicos ganan presencia en el país y el mundo, gracias al éxito obtenido con la distribución en tiempo récord de los recursos de los programas de ayuda social Pytyvõ y Ñangareko.