El ingreso de las temperaturas bajas obligó a una familia de la etnia Ayoreo a encender un brasero, pero, a consecuencia del humo, padre e hijo murieron en la madrugada del pasado viernes. El hecho se registró en la comunidad Campo Loro, Boquerón, donde varias localidades van quedando aisladas a causa de las inundaciones y el estado pésimo de los caminos.
Un hombre y su hijo de 13 años fallecieron a consecuencia de la inhalación de humo, es decir monóxido de carbono. Mientras que la madre quedó internada y sigue en observación.
Según la versión de los vecinos, esto ocurrió en la noche del jueves, pero recién el viernes los lugareños se percataron de lo sucedido, ya que les pareció raro que no hayan visto a ninguno de ellos fuera de la casa.
La comunidad está situada a 50 kilómetros de Filadelfia y cuenta con 200 familias.
Los caminos de la zona se encuentran en pésimas condiciones después de las lluvias, pero aún pueden salir hasta la capital departamental.
No es la primera vez que este tipo de hechos ocurren cuando hay bajas temperaturas. Años anteriores, la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) recomendaba no utilizar braseros o estufas en lugares cerrados.
Tampoco dejarlos encendidos toda la noche, como ocurrió con las víctimas.