19 feb. 2025

“Ojalá impulse la evangelización”

Tarea para la casa. Que el país cuente con un cardenal genera diversas expectativas y también plantea desafíos para la Iglesia paraguaya.

Monseñor Claudio Giménez, obispo emérito de Caacupé, recordó que la posibilidad de que se cree un purpurado paraguayo era algo de lo que se venía hablando hace un tiempo.

El papa Francisco I ya había hablado de esta posibilidad. ”No resulta una sorpresa. Se veía venir hace tiempo”, dijo.

Fue larga la espera para contar con un cardenal paraguayo. Paraguay era el único país del continente que no contaba con dicha autoridad eclesial, puntualizó Giménez.

“Nuestro pueblo se alegra por este regalo que hemos recibido en estos últimos tiempos”, pondera.

Anhelo. El obispo emérito de Caacupé anhela que la creación del cardenal pueda impulsar más la labor pastoral de la Iglesia en el país. Sobre todo en su evangelización.

“Ojalá que realmente se pueda impulsar con este evento tan extraordinario. Si a mí me preguntan, yo propondría una nueva evangelización en Paraguay”.

El sacerdote considera que no se puede continuar en una situación en que la Iglesia siga dependiendo de una evangelización de sus primeros tiempos.

Dicho periodo abarca su fundación en tiempos de la colonia y lo que hicieron los grandes religiosos que llegaron al país para ayudar en diversas misiones pastorales.

“Hoy por hoy, dadas las circunstancias y más aún con todo lo que nos ha pasado en los últimos tiempos con esta pandemia, se vinieron a descubrir montones de cosas que la Iglesia debería tener como tarea”, especificó.

Responsables. Señala que la nueva evangelización del Paraguay empezó con San Juan Pablo II, cuando en su visita al país en 1988 tocó la campana de la Basílica Menor de Caacupé.

Dicha labor pastoral no solo debe recaer en los hombros de obispos, sacerdotes y religiosas.

También esta labor debe tener el acompañamiento de los laicos.

A través de dicha mancomunión, se debe empezar a delinear y ordenar los puntos principales para impulsar la nueva evangelización y llevarla a la práctica.

El obispo emérito comentó, que por lo que se ve en otros países, un cardenal ejerce una presencia fuerte.

“Indudablemente como un representante casi como directo del Papa y a las órdenes de él, eso significa un respeto muy grande a su presencia”, describió.

En cierta medida, Paraguay también tuvo un cardenal antes de monseñor Adalberto Martínez.

Se trata del padre Cristóbal López, religioso de origen español y que ejerció su labor pastoral durante varios años en el país. López cuenta incluso con la nacionalidad paraguaya. Fue creado cardenal en 2019.