Según este estudio publicado el martes, la pandemia tuvo sobre jóvenes de 18 a 29 años un impacto “sistemático, profundo y desproporcionado” que “exacerbó las desigualdades a riesgo de debilitar el potencial productivo de toda una generación”.
La OIT subraya que 73% de los jóvenes que estudian o combinan sus estudios y trabajo fueron duramente afectados por el cierre de las escuelas, universidades y centros de formación.
Y todos no pudieron continuar su aprendizaje en línea, en particular en los países pobres. “La amplia brecha digital entre regiones” se manifestó en esta ocasión.
Aunque el 65% de los jóvenes de países de altos ingresos pudieron seguir sus cursos por videoconferencia, solo 18% de los que viven en países de bajos ingresos pudieron seguir estudiando en línea.
En el mercado del empleo un joven de seis paró de trabajar, 42% de los que continuaron trabajando vieron reducidos sus ingresos.
Basado en un estudio sobre más de 12.000 jóvenes de 18 a 29 años, realizado en línea en 23 lenguas en 112 países, entre el 21 de abril y el 21 de mayo, este informe es una publicación conjunta de la OIT y varios organismos y asociaciones. AFP