Una inmobiliaria ofrece 10.000 metros cuadrados de terreno en plena Costanera Norte, en zona de humedales, por valor total de USD 1.900.000. El inmueble en cuestión se encuentra sobre Cañadón Chaqueño. El terreno es contiguo nada menos que a la finca que la Municipalidad, con apoyo de la Junta Municipal, planteaba ceder para una estación de servicio.
El anuncio en las redes sociales llamó la atención de los internautas, que reclamaron sobre el loteamiento de la Costanera, en área de humedales. Al respecto, el concejal Humberto Blasco (PLRA), quien se había encargado de defender la cesión de la Costanera para el servicentro, ahora pidió informe sobre el anuncio de venta del terreno contiguo.
“Sabemos que en la zona pueden existir propiedades privadas, así es que no me voy a adelantar a realizar juicio de valor, simplemente pedir con carácter urgente una información de parte de la Intendencia sobre el origen de esta finca”, señaló.
Consideró que probablemente el terreno se encuentre bajo cota de inundación, por lo que no estaría catastrado. “Y si tiene la cuenta catastral es porque recién se hizo. Entonces ¿de dónde viene la propiedad privada?”, expresó Blasco durante la sesión de la Junta.
Pidió que se informe sobre la condición del dominio, si se trata de un terreno privado o municipal. En caso de tratarse de un inmueble municipal, indicó que se deben tomar las medidas para preservar los derechos municipales.
Durante la dictadura. El edil Pablo Callizo (PQ) indicó que toda la zona en realidad era parte del río.
“La ciudad terminaba en la avenida Artigas, estaba también el ferrocarril, y en esa época se había otorgado al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) toda la franja de dominio para el río, y según se comenta, en la época del ex presidente Alfredo Stroessner el MOPC de alguna forma le transfirió al sector privado y hoy están haciendo uso y explotando el lugar después de la construcción de la avenida Costanera”, afirmó el concejal.
Muy cerca de la propiedad en área de humedal, que se ofrece a través de las redes, también se encuentra la nueva edificación corporativa de la firma Benito Roggio.
Además de los antecedentes, Callizo pidió conocer los permisos de refulado que se realizaron en los últimos años, qué impacto ambiental tiene eso en el entorno y en el sistema hidráulico, atendiendo a que ello implicaría inundar otras zonas o generar palanganas en el entorno.