Ocupemos las seccionales

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Espacios públicos. Varias seccionales ocupan plazas.

Un reporte del Ministerio de Salud señala que la obesidad en adultos y en niños es un grave problema en el país; por ello recomienda a la población practicar buenos hábitos, como hacer actividades físicas, comer saludable, evitar el alcohol y no fumar.

La directora del Programa Nacional de Prevención Cardiovascular, la doctora María Paniagua, apuntó que la situación con respecto a la obesidad ya no era favorable antes de la pandemia, pero después de un año y medio de encierro, la obesidad aumentó como consecuencia del aislamiento, la inactividad física y el estrés por la pandemia.

Preocuparse es el trabajo del Ministerio de Salud, pero más bien habría que ocuparse de que la gente tenga una mínima posibilidad de seguir esas recomendaciones.

Con respecto al alcohol y al tabaco es clarísimo que se deben aumentar los impuestos, no hay otra forma, ninguna campaña da resultados. Pero bueno, ya sabemos lo que sucede cada vez que se intenta aumentar el impuesto a los cigarrillos. Total, que los tabacaleros no se tienen que hacer cargo de los enfermos de cáncer de pulmón ni de las enfermedades respiratorias que surgen por el consumo de la nicotina.

Respecto a la actividad física ese sí que es un desafío. Quizá la gente quiera, pero Asunción, que es el territorio que más conozco, tiene muy pocos lugares donde se puede desarrollar una actividad física, en un ambiente amable y seguro. No tenemos parques y espacios accesibles cerca de donde vivimos.

Si querés cruzar toda la ciudad para ir a caminar a Ñu Guasu, está bien. Y si tenés para pagar el gimnasio, felicidades, pero si no tenés plata, ni paciencia, qué se supone que hacés. Porque salir a caminar por nuestras veredas todas irregulares y rotas es una invitación a romperse un tobillo, como mínimo. La bicicleta podría ser una alternativa, pero hay que ser un poco suicida para aventurarse con la bici en medio de un tráfico caótico y lleno de conductores prepotentes.

Los pobladores de Asunción tenemos derecho a contar con plazas en nuestros barrios, para ir a caminar o correr, o sentarnos en un banco a la sombra de un árbol a leer un libro si no da la gana.

La cuestión es que no existen esos lugares, porque a nadie le importa nuestro bienestar.

Asunción no es una ciudad verde. Y no lo es por culpa de las administraciones municipales que solo saben contratar más y más funcionarios que solo engordan el presupuesto y no hacen nada por la gente que paga sus salarios.

Nos cobran impuestos altísimos, hacen gua’u algún recapado de avenida, pintan franjas peatonales que nadie respeta, y esperan que encima se vote por ellos. A ningún intendente, ni a los concejales les importa el bienestar de la población.

Si a estos funcionarios les importara, hace rato ya hubieran recuperado los predios ocupados por las seccionales del Partido Colorado, y hubieran convertido esos lugares en parques, espacios verdes seguros y amables, donde los vecinos fueran a caminar, a socializar con los otros, se hubieran preocupado por construir estos espacios de encuentro para la gente.

Como nadie hace nada al respecto, un grupo de ciudadanos, pertenecientes al Movimiento Patria Nueva y otras organizaciones, ocuparon hace poco en la seccional colorada Nº 30 de Asunción. Ellos exigen que la ANR devuelva los espacios ocupados ilegalmente. Esta es solo una de las seccionales que ocuparon espacios públicos durante la dictadura de Alfredo Stroessner. En todo el país son cerca de 50; en Asunción unas 20 las usurpaciones por parte de la ANR.

En vez de cortar árboles para construir viaductos deberían mejorar el transporte público; y preocuparse de la salud de la población que necesita espacios agradables donde combatir el terrible estrés que supone tenerlos a ellos como gobernantes. Después de todo, nos necesitan sanos para seguir trabajando y poder pagar los impuestos con los que les pagamos sus millonarios salarios.

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