El año arrancó recordando al inicio del fatídico 2020 cuando Estados Unidos mató al poderoso comandante iraní Qasem Soleimaní en Bagdad: el asesinato al que acusan a Israel de perpetrar contra el número dos de Hamás, Saleh al Arouri, en Beirut; uno de los peores atentados en Irán con al menos 89 muertos reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) contra un homenaje cerca de la tumba de Soleimaní; y, el ataque estadounidense que acabó con un importante comandante de una agrupación progubernamental proiraní en la capital iraquí.
Todo en tan solo tres días de la primera semana del año que ha obligado a Antony Blinken, el secretario de Estado de EEUU, y a Josep Borrell, el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, a pisar la región en la que Irán y sus aliados –como los hutíes del Yemen, el grupo libanés Hizbulá y la Resistencia Islámica de Irak– van ganando fuerza al mostrarse más unidos que nunca.
A fuego lento. Jasmine el Gamal, ex asesora para Oriente Medio del Departamento de Defensa de EEUU, señaló a EFE que en el mundo de la diplomacia internacional y la resolución de conflictos, se dice que la esperanza es lo último que se pierde, “pero esta esperanza es un destello que cada día parece más tenue”.
La tarea que tienen ante sí tanto Blinken y Borrell es “formidable”, ya que tienen que “desescalar una región que hierve a fuego lento bajo la superficie y que puede explotar con cualquier error de cálculo desacertado de cualquiera de los actores implicados: Los hutíes y sus ataques en el mar Rojo, Hizbulá e Israel, y Hamás e Israel”, aseveró.
A los ataques selectivos y atentados, se tienen que sumar las acciones que llevan a cabo desde el pasado noviembre los rebeldes chiíes hutíes en el mar Rojo contra buques para impedir que se dirijan a Israel.
El mar se ha convertido en el principal campo de batalla del movimiento respaldado por Teherán contra el Estado judío, y ha logrado desestabilizar esta estratégica vía comercial, dado que las principales navieras mundiales han dejado de transitar por esta ruta por la que pasa alrededor del 15% del comercio internacional.
“Los costes humanos, económicos y de seguridad de una guerra regional son inmensos para contemplarlos y serán lo primero en lo que piensen los diplomáticos. Dicho esto, es posible que la UE cuente con una ventaja para desempeñar un papel, dada la percepción de que es algo más ecuánime, a pesar de los errores cometidos por (la presidenta de la Comisión Europea, Ursula) Von der Leyen al principio del conflicto”, indicó.
Las palabras de Estados Unidos y la UE, con su apoyo incondicional a Israel tras el brutal ataque de Hamás el pasado 7 de octubre, van cayendo en un bolsillo roto entre la población de Oriente Medio. Pero también la despiadada respuesta de Israel contra Gaza, que ha causado más de 22.000 muertos desde entonces, la gran mayoría, niños, ha sido rechazada por Borrell en incontables ocasiones, lo que aún le sigue dando una voz entre los árabes.
“Estrategia iraní. Para Jason Brodsky, el director de Políticas de United Against Nuclear Iran (UANI), organización con sede en Estados Unidos, tanto EEUU como la UE “tienen que reconocer” que el conflicto “ya se ha ampliado a otros frentes más allá de Gaza”.
Brodsky dijo a EFE que “esto forma parte de la estrategia” de Irán para “unir los frentes en un conflicto multiterritorial contra Israel y sus aliados”.
“Soy escéptico de que el secretario de Estado y el alto representante de la UE puedan alterar la trayectoria actual del conflicto, ya que tiene que ir emparejado con una amenaza militar creíble a Irán por parte de Estados Unidos y sus aliados, y ahora mismo no la hay”, explicó.
Pero eso no significa que Irán vaya a empezar a “atacar directamente” contra sus enemigos, sino que “seguirá haciéndolo a través de sus aliados”, dado que el país persa “sabe que si se ve envuelto en un conflicto con Estados Unidos, su futuro estará en peligro”, concluyó.