El plazo para la terminación de los trabajos de infraestructura escolar establecidos con las constructoras del proyecto 676 del MEC era de 270 días desde la palada inicial.
A cuatro días del inicio de las clases en las escuelas públicas, este periodo de tiempo es casi el doble, considerando que los trabajos comenzaron desde noviembre del 2017.
Según el contrato y el Pliego de Bases y Condiciones, las obras debieron inaugurarse justamente con el cambio de Gobierno, en agosto pasado; no obstante, apenas culminaron el 30% de las reparaciones y construcciones en las escuelas públicas.
De las 676 instituciones educativas, el Ejecutivo habilitó el viernes pasado unas 206, distribuidas en zonas como Paraguarí, donde terminaron 25 centros escolares.
La inversión es de USD 73 millones con recursos del Fondo de Excelencia para la Educación y la Investigación (FEEI), aprobados en el 2014.
Excusas. Las cuatro administraciones en el MEC que desarrollan este proyecto tuvieron y tienen diferentes justificaciones para el lento avance de las tareas.
Tras la ida del ex ministro Enrique Riera, las construcciones tenían un adelanto de apenas el 12%.
Entonces, en el MEC habían declarado que la culpa la tenían las empresas constructoras, cuyos avances meses después, ya con Raúl Aguilera al frente del ministerio, incluso se había apostado a la cancelación de contrato de tres consorcios, cuestión que al final no corrió.
La versión cambió con Eduardo Petta en la cartera, quien responsabilizó de los excesivos atrasos a las empresas que se encargan de fiscalizar las tareas.
Incluso, rompieron contrato con dos de las empresas, como el consorcio Ingser XYZ, conocida por tener como uno de los coordinadores al marido de la ex viceministra Nancy Ovelar, quien terminó saliendo de la entidad educativa a raíz del conflicto con Petta.
Acusaron a las compañías de querer cobrar USD 800.000 dólares por encima del contrato establecido en un principio.
Mal estado. En lo que respecta a infraestructura, el panorama para el inicio de clases este jueves 21, no varía. Un estudio del MEC del 2016 indica que el 65% de los establecimientos están en pésimo estado, o regular.
Un último reporte oficial preliminar, apunta a cerca de 500 escuelas con salas de clase a punto de venirse abajo.
Además, todavía faltan 470 locales educativos a culminar recién en mayo del proyecto 676.